Todos tenemos algo de lo que preocuparnos.
¿Un límite? No lo creo.
A veces te estalla en la cara lo que llevas tiempo escondiendo tras de ti.
No hay que mirar hacia atrás hasta que no puedas mirar hacia delante.
No hay que fijarse en lo demás hasta que no te conozcas a ti mismo.
Y cuando decidas vivir con lo que tienes y con lo que te toca vivir, entonces, inventa sueños, toca el cielo, supérate, ponte metas. Corre.
Porque sino puedes contigo, no podrás con nada.
Ten lo que hay que tener, y vive, con una sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario