domingo, 19 de febrero de 2012

No quiero acabar el viaje

Lonely me dio la mano, olvidando que no me quería.
-No te entiendo- susurró.
Sonreí, contrariado.
-Dime por qué, y te responderé.
Esperó un rato, deleitándose en el silencio, acariciando mi locura.
-¿Por qué cambias tu coche por un viaje conmigo?
Me encogí de hombros, aunque ella no apreció el gesto.
-Es fácil de adivinar.
-Pero es difícil de creer. Te diré un secreto.
Me miró expectante. Asentí.
-Nadie quiere un segundo viaje conmigo. Yo habría dado todos los viajes con todos.
Me sorprendió su confesión. Más de lo que habría imaginado.
-Increíble- me limité a decir.
-No quiero acabar el viaje.
-Puedo pedirte un tercero.
Asintió.
-Puedes pedírmelo de rodillas.
Me paré en seco y la arrastré conmigo de la mano, dejándola a un par centímetros de mí.
-Pero hoy no, Loneliness. Estoy cansado, y no me quiero agachar. Tendrás que confíar en que yo no soy nadie, ni soy los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario