jueves, 30 de agosto de 2012

Verano

"A veces ves libros y piensas: ¿quién demonios podría leer esto? Después conoces personas y piensas: ¿Qué demonios leerán estos? Y es que finalmente, libros y personas se encuentran" 
Oscar Wilde

Siempre hay un roto para un descosido. Tu estás roto, yo descosida.
Me encanta coger tarranchas, sentirme fuera de mí y no saber el lugar donde me encuentro.
Cantar y ser lo que yo quiero. Creer lo que yo creo, no lo que ya veo. 
Vestir de puta y sentirme casta. Salir hasta por la mañana.
No adorar a las personas. He llegado: que me adoren a mí.
Mi filosofía: beber hasta caer al suelo. 

Ideas, alas e infiernos

Tengo una idea. Sé que a ti no te va a servir pero, ¿no crees qué nos estamos regodeando en nuestra propia miseria? Empujamos hacia abajo nuestras cabezas para hundirnos cuanto más abajo mejor y luego cuando lloramos nos damos pena de nosotras mismas.
Sé que duele oírlo. A mí me duele pensarlo, pero, cuando ya no queda nada, algo tiene que aparecer "Ey, chicas, soy yo, Yo, y he venido a salvaros el culo porque vosotras no queréis aprender a volar" dirá.
¿Volar? ¿Qué es volar? Es desplegar los brazos y dejarse caer. Sentir el aire en dirección contraria cortarte la respiración y cuando parece que el suelo está demasiado cerca mover las alas tan fuerte que vuelvas a las alturas planeando y mezclándote con el cielo.
Tal vez las alas aparezcan cuando creas lo suficiente en ti misma. Cuando hagas caso a tu instinto de supervivencia y dejes de creerte enferma de ti misma.
Tal vez debiéramos huir a casa en lugar de buscar lugares secretos y dejarnos perder las almas, que sólo nos obligan a ser buenas. Todo es más fácil cuando sabes que después vendrá el infierno.