sábado, 7 de julio de 2012

La noche del 3 de diciembre de 1932

Lo que la gente no entiende cuando me ve hablar de cosas raras y llorar por que sí, es que hace ya tiempo que todo cambió de forma radical.
No sabría decir el tiempo exacto, porque no me gusta mirar el reloj, pero sé que muchos años atrás, yo era también era ignorante y tonta...
Tú, que me miras con esa cara, probablemente no entiendas aún qué es lo que puede ocurrir para que, no sólo yo, sino todos los que viajamos en aquel tren, no hayamos soportado ni una gota más de vida.
Sólo te diré una cosa: aquella noche no pasó nada, y sin embargo, todos supimos algo que es difícil soportar. Algo que, si llegase a decir, pondría patas arriba todas las teorías sobre la humanidad. Algo que calaría de miedo al más valiente y haría gritar al más callado. Por eso, y porque no pasó absolutamente nada, nadie de los que estuvimos en aquel lugar sobrevivimos en alma a aquel viaje.

viernes, 6 de julio de 2012

Un discurso de mí para mí


No sé que decir.
De haberlo sabido, lo habría dicho.
Pero sólo me vienen a la cabeza tonterías.
Así que me voy a callar, y voy a dejar hablar a…
¡Que alguien me pinche, a ver si exploto!
(Mierda, mierda, mierda, ya la he cagado)
Lo siento… No quería decir eso. Es que hoy me quería ir a la cama, pero alguien se está retrasando y todo ha salido del revés, y… aquí estoy.
Mira que todo me va bien, pero…
Bueno, lo dejo.
Que hable…
(Mierda, el vestido… Me la voy a pegar, me la voy a pegar ¡Adiós, mundo cruel!)
¡¡¡¡AAAYYY!!!! Lo siento, de verdad… Ay, madre, que espectáculo. Creo, creo que me he roto un tobillo o algo…
Gracias a nadie por escucharme, pero ya le toca hablar a…
(Siempre se me olvida el nombre…)
Adios… (Saluda y sonríe, saluda y sonríe, aunque mientras te llevan en volandas es difícil quedar bien… Que desastre, ¡quién me mandó a mí dejarle… Sólo le pedí que no llegara tarde)
¡Anda! Por fin… estaba quedando fatal… ¡No te vuelvo a dejar nada!
Carlota, ¿estabas hablando... sola?

Prohibido


Te  quiero y no te puedo tener. Eso es lo que me jode y es por eso por lo que me quiero vengar. Nunca he sentido algo tan prohibido.  Querría romper las reglas, pero no me han enseñado a hacerlo. Quisiera hacer contigo lo imposible, y sé que tú también lo estás deseando. Y piensa siempre que todo lo que hago es para provocarte, para que te mueras un poquito más como yo y, pase lo que pase, me odies más de lo que me quieres, igual que yo.