viernes, 6 de julio de 2012

Un discurso de mí para mí


No sé que decir.
De haberlo sabido, lo habría dicho.
Pero sólo me vienen a la cabeza tonterías.
Así que me voy a callar, y voy a dejar hablar a…
¡Que alguien me pinche, a ver si exploto!
(Mierda, mierda, mierda, ya la he cagado)
Lo siento… No quería decir eso. Es que hoy me quería ir a la cama, pero alguien se está retrasando y todo ha salido del revés, y… aquí estoy.
Mira que todo me va bien, pero…
Bueno, lo dejo.
Que hable…
(Mierda, el vestido… Me la voy a pegar, me la voy a pegar ¡Adiós, mundo cruel!)
¡¡¡¡AAAYYY!!!! Lo siento, de verdad… Ay, madre, que espectáculo. Creo, creo que me he roto un tobillo o algo…
Gracias a nadie por escucharme, pero ya le toca hablar a…
(Siempre se me olvida el nombre…)
Adios… (Saluda y sonríe, saluda y sonríe, aunque mientras te llevan en volandas es difícil quedar bien… Que desastre, ¡quién me mandó a mí dejarle… Sólo le pedí que no llegara tarde)
¡Anda! Por fin… estaba quedando fatal… ¡No te vuelvo a dejar nada!
Carlota, ¿estabas hablando... sola?

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