miércoles, 25 de enero de 2012

Maltratadora

Sarah era todo lo que nadie quería ser. Tenía en la cabeza un dolor que le hacía estremecerse cada segundo que pasaba. La nostalgia se apoderaba de ella. Tenía una cajita. Esa cajita de marfil tenía dentro a su dolor. El de todos. Sarah era lo que Logan llamaba un horror con patas.
Su mundo estaba destruido, estaba masacrado. Alguien lo había volcado, lo había quemado y había escupido en su maldita tumba. Y Sarah aguantaba como nadie. Vivía con el pasado y el presente al mismo tiempo. Esperaba al futuro cada segundo, retorciéndose a cada movimiento del reloj. Cada tic, toc, tic, toc... era una guerra sangrienta entre las dos mitades en las que se dividía: la que amaba la vida, y la que anhelaba la muerte ¡Ella misma era su propia maltratadora! La que le pegaba palizas, la que le decía Eres mi puta. La que le obligaba a llorar para sentirse más fuerte. . .
¿Y quién podía vivir con eso? (A parte de ella) Nadie.
Y a Logan le jodía. Le jodía mucho.
                            Porque Caperucita, era el puñetero Lobo...


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