-Hablemos por una vez de lo que me gusta a mi - dijo Claudia.
Phineas andaba escaso de palabras. Ademas estaba apoyando la cabeza contra el suelo a punta de una pistola que nunca fallaba.
-Hablemos de... Hablemos de Grandes Historias. Hablemos del pasado de las guerras, o de los que las crearon. Tu eras uno de los creadores, ¿no? Debe ser algo difícil crear la Destrucción Masiva. Aunque bueno, tu siempre tuviste un millón de razones en ese cajón de Cosas Que a Nadie Mas Le Importan. No era el odio. El odio surgió mas tarde, después de morir la confusión y el miedo. Nació poco antes de la locura. Seria curioso matarte, ¿no crees? Seria curioso matar al creador de esta matanza. Pero hace poco vi a Logan. Conducía su viejísimo descapotable. Llevaba esa cazadora suya y las Rayban. Fue lo que me recordó que tenia que hacer algo: encontrar a Amy. Lo dejaste todo por Amy. Fue una mala apuesta.
Phineas esbozo una de esas sonrisas, de esas que se callaban algo y aceptaban la muerte. Ah, cuantas veces había aceptado Phineas la muerte. Pero ya no creía en ella, así que se atrevió a aceptarla como si de un juego se tratara y hablo alto y claro.
-No te pongas celosa, nena, te estoy dando mi vida.
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