miércoles, 21 de marzo de 2012

Un baile para Maggie

Maggie se dejó llevar. Louis la cogía por la cintura, la levantaba del suelo. La hacía volar. 
Daban vueltas en la hierba, bajo la luna.
Louis sonreía, mirando a Maggie soñar. Maggie no se daba cuenta de cuánto significaba para él.
La dejó en el suelo con delicadeza, sin soltarle la cintura y la acercó con dulzura hacia él.
-Siento que esta sea la última vez- murmuró.
Maggie negó con la cabeza y cerró los ojos. Lloraba.
-Jamás será la última vez. Jamás habrá un último baile. Porque hasta cuando baile con mi muerte, tú me levantarás del suelo y me harás tocar las estrellas. Jamás me dormiré. Mientras me mantengas despierta Mientras me ames.
Maggie gimió. Louis la abrazó más fuerte y le rozó los labios.
-Cierra fuerte los ojos, Louis. Ciérralos e imagina que yo sigo aquí. 
Si una vez Louis sintió la pausada y costosa respiración de Maggie, ahora sólo podría recordarla.
El corazón de Maggie dejó de latir en su cuerpo.
A partir de entonces, latiría en el de Louis.
Cuando él abrió los ojos, la magia se había apagado para la luna y las estrellas. Sólo seguía existiendo en Louis. 
Y así habría de ser para siempre.

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