-Sonríe.
El silencio mortal de la sonrisa helada y falsa de Ann inunda la habitación.
Luego suena el flash.
-No eres feliz- dice el fotógrafo.
Quizá no esté hecha para ser feliz, pero sí para ser fuerte.
-Sí que lo soy. Lo soy a mi manera.
-Eso es imposible. Es como la fe. O la tienes o no.
Quizá no crea en la felicidad, pero aún así sigo aquí, viviendo mi vida. Quizá no soy feliz, pero vivo muchos momentos felices. De eso estoy segura.
-Date la vuelta- Ann obedece y vuelve a sonar el flash- No lo eres, pero lo intentas.
No, ni lo soy, ni lo intento. Sólo estoy aquí, disfrutando del momento, aunque no me guste la situación. Hace mucho que me olvidé de ser feliz, pero sí sé que aprovecho cada segundo.
-Con todas mis fuerzas- Ann sonríe, esta vez de verdad.
-Levanta un poco la cabeza y deja caer más los hombros. Con una mano, recógete un poco el pelo-Ann vuelve a obedecer, y el flash vuelve a sonar- ¿Qué te impide ser feliz?
Ann suspira.
¿Nunca has pensado que la verdad es como un Deja Vu? Durante un momento tienes la certeza de que la has notado. Al instante siguiente ya no está ahí. Sabes que lo has sentido, pero ha sido tan breve que no sabes si es cierto o no. La felicidad aparece pocas veces y poco tiempo. Pero sentirla, aunque sea un segundo, es suficiente para seguir viviendo.
-Nada. Nada me lo impide. Sólo se es, o no se es.
Me has dejado alucinada... me encanta, me apetece leerlo cincienta veces mas... Escribe mas sobre este relato, por favor. ES QUE LO ADORO. Tia tienes que hacerme caso cuando te digo que escribes la hostia, eres mejor que la mayoria de cosas que leo normalmente. Enserio, sigue escribiendo de estilo, que me encanta. Eres genial.
ResponderEliminarGracias... me levantas el ánimo jaja
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